¡Hola de nuevo!
Con estos días de lluvia que nos acompañan el fin de semana nada mejor que retomar la buena costumbre de conocer de vez en cuando un poco de arquitectura.
Y hoy toca conocer un restaurante de sushi pero no en Japón, sino en Italia, concretamente en la localidad costera de Pescara.
CasaMaki es un restaurante que ofrece a sus clientes un sushi excelente, ofreciéndoles, además, la posibilidad de ser testigos de su preparación, ya que permiten que éstos vean el trabajo que se lleva a cabo en la cocina. Este concepto recuerda los mercados de Tokio, dónde ya se consumía este plato desde muchos siglos atrás.
Algo peculiar del espacio creado por el estudio de arquitectura STUDIO ZERO85 son las diferentes relaciones que se generan entre las personas que lo ocupan:
En primer lugar, la estructura que rodea cada una de las mesas, realizada con marcos metálicos pintados de color blanco, hacen que cada pareja o grupo se aísle en cierto modo en su propio espacio íntimo. Mientras tanto, al mismo tiempo, mantienen cierta relación con la mesa de trabajo y elaboración del producto. Además, con el simple gesto de alejar o acercar los diferentes módulos se dar lugar a una mayor o menor intensidad relacional.
Como punto de partida del diseño, tres han sido las cuestiones fundamentales que han marcado el proyecto de CasaMaki:
1_En primer lugar, se tiene en cuenta que el sushi ha experimentado desde los años 800 hasta principios de 1900 una evolución que lo ha transformado, pasando de ser un método de conservación de pescado a una comida rápida para ser consumida en los mercados de Tokio. Este carácter de comida callejera ha dado lugar a que la idea del proyecto busque repetir la imagen de las casetas de los mercados típicos, materializándose a través de las estructuras que se elevan sobre las mesas, imitando la superposición de sus cubiertas de la forma más simple y generando un espacio de intimidad bajo ellas. Así, el resultado, según el propio estudio “es una composición de líneas «ordenadamente caótica». Contrariamente a lo que aparece en la parte superior, con el cruce histérico de las líneas del techo, en la parte inferior, el diseño de las mesas, ordena el espacio de la sala en total cumplimiento con las reglas de la restauración”.
2_Por otro lado, cada espacio bajo esa estructura cuenta con dos asientos y una mesa, encerrándose todo ello en un módulo que puede moverse libremente dentro del espacio del restaurante, generando distintas relaciones entre los comensales. Así pueden configurarse para albergar una cena íntima en pareja, o cenas de grupo, juntando varios módulos. Además, cada uno de ellos lleva incorporadas unas jardineras con vegetación, que contribuyen a esa idea de espacio abierto, de mercado. Junto a estos módulos, el restaurante cuenta también con una barra enfrentada a la cocina que permite a quién quiere comer en solitario, o simplemente a quienes quieran comer observando el trabajo de los chefs, disfrutar del sushi en un espacio diferente.
3_Por último, también han sido de gran influencia en el diseño del restaurante la propia sencillez de la estética japonesa, que ha dado lugar a un espacio en el que se combinan elementos, colores y materiales simples, con formas lineales y colores neutros y cálidos, como el verde y el amarilo. Así se consigue un espacio elegante y de gran sencillez.
¿Qué os ha parecido? Apetece irse a Italia a comer un poco de sushi, ¿no?
Además, si sois apasionados del sushi, no os podéis perder las imágenes de sus platos en internet…¡¡muy apetecibles!! (Pero aquí ya no habla la arquitecta, habla la turista gastronómica…jeje)
Que tengáis muy buen domingo y muy buen comienzo de semana! Pronto más.
B.
FUENTE:
FOTOS:
Sergio Camplone
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