MYLLA HYTTE, de Mork-Ulnes Architects, en Jevnaker (Noruega), 2017
¡Toca empezar mayo con un poco de arquitectura!
Y para ello nos vamos a trasladar a Noruega, dónde se sitúa la preciosa VIVIENDA que os traigo hoy. Concretamente en el concejo de Jevnaker, en el extremo norte de Nordmarka, una enorme masa boscosa que está a poco más de una hora en coche de Oslo en dirección norte, dónde los propietarios residen habitualmente. A pesar de que el paisaje en esta zona es bastante salvaje, el acceso desde la ciudad es bastante fácil tanto en automóvil como en bicicleta, e incluso realizando esquí de fondo.
Precisamente estos dos factores (la proximidad a Oslo y su fácil acceso) junto con la posibilidad de practicar la pesca en el lago Mylla, situado justo debajo de la vivienda, fueron determinantes para la elección del emplazamiento.
El PROGRAMA solicitado por los clientes incluía tres dormitorios, uno de los cuales contaría con literas para los niños; dos baños, lo más funcionales y pequeños posible; un pequeño almacén anexo para guardar los esquís y las bicicletas; y una sauna para dos personas. Además, también querían que hubiese cierta relación entre el interior y el exterior.
La palabra “Hytte” significa en noruego “cabaña”, un elemento de gran importancia para esta cultura; tanto que se estima que más de una cuarta parte de los noruegos poseen una. En su concepción tradicional, la cabaña noruega era pequeña y básica, y tenía como única misión servir de refugio. Contaba a menudo con un baño al aire libre y habitualmente carecía de agua corriente. El interior era estrecho y compartimentado, con habitaciones situadas a lo largo de un pasillo de poca anchura. Éstas eran además normalmente oscuras, con paredes revestidas de pino, huecos de ventana pequeños y techos bajos.
Partir de un elemento tan consolidado en la tradición del país, supuso todo un desafío. El objetivo era reinventarlo sin perder su fuerte carácter funcional y formando, al mismo tiempo, un edificio que se relacionase con el paisaje y el entorno, así como un interior más amplio y versátil. Todo ello, además, incluyendo los tres dormitorios solicitados por los clientes y dos baños completos, aunque reducidos, en apenas 84 m2.
En cuanto al VOLUMEN, cabe señalar que la normativa urbanística exigía la realización de una cubierta a dos aguas; sin embargo, gracias al ingenio del equipo de Mork-Ulnes Architects, que planteó dividirlas a la mitad para crear cuatro planos en lugar de dos, se consiguió un resultado muy diferente. Este gesto generó una planta en forma de molinete en la que se generan dos espacios exteriores protegidos: un porche para la mañana y otro para la noche, cuyo objetivo es buscar el sol y protegerse del viento, así como de la nieve que puede deslizarse por la cubierta. No obstante, tanto la forma de la planta como el volumen no son un mero planteamiento formal, sino que responden también a las exigencias del clima y al deseo de separar los dormitorios, otorgándoles una mayor privacidad, y de ofrecer vistas diferentes desde cada estancia. De este modo, las alas de la casa se orientan hacia cuatro elementos diferentes del paisaje: la sala de estar mira hacia el lago Mylla, la habitación de invitados lo hace hacia la ladera, el dormitorio de los niños hacia el cielo y el dormitorio principal tiene una vista privada de la verticalidad del bosque.
La DISTRIBUCIÓN INTERIOR, lejos de ser compartimentada en habitaciones separadas, ofrece una gran fluidez. La altura de los techos inclinados oscila entre los 2,40 y los 4,30 m. y bajo ellos se distinguen tres grandes núcleos funcionales: uno para la cocina, el vestidor y el baño; otro para el baño y la zona de almacenaje; y otro para el almacenaje y las instalaciones.
Estos núcleos diferenciados son los que realmente organizan el funcionamiento interior y originan zonas más o menos privadas.
Como resultado a todos estos planteamientos surge una cabaña que en total es capaz de alojar cómodamente a la familia propietaria, compuesta por 4 miembros, y a entre 4 y 6 invitados más. Todo esto se consigue gracias a la existencia de dos habitaciones dobles, un dormitorio de literas compuesto por 4 camas individuales y la posibilidad que ofrece la sala de estar de convertirse en dormitorio si fuese necesario gracias al gran sofá de dos colchones hecho a medida. Esta gran funcionalidad se consigue gracias a la creación de espacios muy polivalentes. De este modo, la isla de la cocina sirve al mismo tiempo de banco para el comedor; el techo sobre el volumen del baño es a la vez una sala de juegos para los niños; el sofá tiene debajo una serie de cubículos para almacenaje y librería, etc. La sensación del espacio interior es de una gran calidez y luminosidad gracias a la elección de los arquitectos de la madera contrachapada de pino tratada con lejía y aceite blanco para el acabado y para todos los muebles personalizados, que abarcan desde estructuras de camas y literas, hasta el sofá, la mesa de comedor, bancos, estantes, armarios, etc.
Esto responde al deseo del proyecto de crear un interior limpio y simple, para lo cual se optó por emplear únicamente dos MATERIALES: la madera contrachapada de pino y el hormigón.
En cuanto a la ESTRUCTURA y la CONSTRUCCIÓN, gracias a los planos se puede apreciar que se trata de un entramado ligero de madera, con un generoso aislamiento térmico entre montantes, y con acabado de tablas verticales en el exterior. Este sistema se aprecia tanto en los cerramientos verticales como en la cubierta, dónde el aislamiento térmico es aún mayor, generándose así una envolvente continua.
¿Qué os ha parecido? Seguro que a pesar del frío exterior se está genial en esta cabaña, ¿no creéis?
Espero que os haya gustado. Pronto más.
B.
FUENTE:
FOTOGRAFÍAS:
Bruce Damonte
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